O las dos cosas. Este año el premio Vissla 2017 se lo ha llevado una tabla de surf muy particular. El creador junto a unos amigos se pasaron un verano entero recogiendo basura que llegaba a la playa o que los propios veraneantes se traían de casa para abandonarla allí mismo, una práctica que dicho sea de paso me parece asquerosa.

The Roach Tail

El nombre le viene como anillo al dedo. Del inglés, roach quiere decir colilla y tail es la cola de la tabla: “Cola de Colilla”. Suena bastante gracioso en castellano.

Este proyecto de Taylor Lane ha utilizado 10.000 colillas de cigarrillos para construir una tabla de surf. Como podemos ver en la imagen de cabecera el centro de la tabla está compuesto de estas colillas y en los cantos tenemos espuma de poliuretano como en una tabla normal. Para el glaseado ha utilizado fibra de vidrio como en cualquier otra tabla. Para las quillas también ha utilizado algunas colillas aplastadas.

El primer intento fue algo fallido porque el glaseado no era del todo hermético y entro algo de agua. No sé cuanto pesaba antes pero después de la reparación la cosa subió a ocho kilos, pero funciona. El afortunado reportero de Stab Mag Michael Ciaramella tuvo el privilegio de poder pegarse un baño con la tabla y parece que no ripa nada mal.

El primer puesto en el Vissla 2017 Surfrider Creators & Innovators Upcycle Contest ha servido para se de a conocer mundialmente esta tabla con 10.000 colillas. Muchos periódicos a nivel mundial han relatado la hazaña de Taylor pero pocos han reflejado el problema que tenemos con la basura que tiramos al mar que Taylor recoge cada verano. El surf es mucho más que una portada de una revista, es respetar la naturaleza y sobre todo saber cuidar de ella. Están preparando un documental sobre como se hizo la tabla cigarrillo, puedes participar en su Kickstarter.

Y recuerda, la mierda que nos llevamos a la naturaleza, nos la traemos de vuelta

Fotos y vídeos: Juddy Productions