3 trucos para aprender después del take off
28/09/2016Las olas del País Vasco rompen en Austin, Texas
15/10/2016El invierno ya está aquí. No me refiero la estación, para los surfers el inviernos es la temporada de olas. De octubre hasta abril más o menos (en el emisferio norte, en el sur es al revés). Esos meses en los que te pasas medio día delante del ordenador mirando a ver si mejora algo la previsión. Pero en invierno las olas son de verdad. Si vas a salir a cazar gigantes, más te vale estar preparado.
Poner al límite nuestros límites
En invierno tienes la oportunidad de bajarte la ola más grande que nunca hayas surfeado. Esta ola te la puedes encontrar tanto como si vas a Nazare como en tu spot de siempre ya que nunca sabes donde va a caer la potencia del temporal. Sea donde sea, esa ola te pondrá al límite, romperá con un estallido la frontera de tu zona de confort. Esto supone poner también al límite tu estado físico y mental.
Leyendo a los grandes surfers de olas grandes te das cuenta que todos trabajan tres pilares fundamentales. Salvando las distancias, nosotros también podemos aprender algo de ellos y preparamos para repellar nuestros límites.
Prepara tu cuerpo
Para estar preparado físicamente no queda otra que hacer ejercicio todas las semanas. Preparate una rutina variada con carrera, natación, patinar, ejercicios de tonificación y de equilibrio. Lo ideal es hacer equilibrio y tonificación todo en uno, gracias a un indorboard o una pelota inchable por ejemplo. Calentar respirar y estirar puede que sea lo más importante.
Prepara tu mente
Preparar la mente para situaciones límite no es fácil. Los escenarios en los que debes resistir son variados. Puede que te enfrentes a una remada interminable o a una lavadora tras otra. En cualquier situación en el agua debes mantener la mente fría. Para poder trabajar tu resistencia mental alarga una vez a la semana un ejercicio aeróbico para poner tu resistencia mental a prueba, ya sea corriendo, nadando, patinado o en bici.
Prepara tu material
Tablas bien glaseadas sin roturas. Invento en buen estado con su longitud y otro de repuesto. Unas quillas adecuadas para tu peso. Cera para a la temperatura del agua y una buena pasada de peine antes de entrar al agua.
Si al final no cazas al gigante por lo menos vas a mejorar mucho en tu surf, la disciplina extrapolará tus posibilidades.
Foto: Jeff Rowley