Elegir tabla no solo depende de tu nivel
12/11/2017Sin campeones hasta Hawaii
24/11/2017Me encanta disfrutar de la naturaleza y de todo lo que nos ofrece. Pero aunque no lo parezca soy un poquito paranoico con la seguridad. El surf es un deporte magnífico pero en algunos momentos podemos llegar a poner nuestra integridad física en peligro. Si sabemos a lo que nos enfrentamos estoy seguro que lo vamos a pasar mucho mejor sin que se tuerza la cosa.
El primer peligro eres tú
Antes de entrar en el agua necesitamos saber unas nociones básicas sobre como usar el material y cuestiones de prioridad. Nuestra propia negligencia es lo primero que nos va a poner en peligro. La mejor forma de aprender esto, a evitar el resto de riesgos y a levantarnos correctamente sobre la tabla de surf es tomando unas cuantas clases en una buena escuela de surf.
Tu tabla
La tabla de surf suele ser una cosa muy dura que flota mucho y la tenemos atada al pie. Esto quiere decir que no se aleja mucho y que si tiramos vuelve (a veces demasiado rápido) hacia nosotros como un boomerang. Hay que tener mucho cuidado al coger la tabla para que nos golpeé. Por ejemplo, si estamos entrando al agua no colocarla entre la ola y nosotros porque puede que te saque los dientes como palomitas. También hay que tener mucho cuidado al soltarla porque puede golpear a otras personas.
La gente que te rodea
Además de poder golpear nosotros a otras personas con nuestra tabla, otras personas también nos pueden golpear con la suya, es totalmente reciproco. Sobre todo hay que tener cuidado al entrar por si se escapa una tabla o con la gente que va surfeando una ola, ya que tienen poca capacidad de maniobrabilidad. Meterte en una ola que ha cogido alguien es como sentarte en las vías del tren, puede frenar pero es muy difícil.
El mar que te rodea
Conocer un poco la playa donde nos metemos es otra buena manera de estar tranquilos. Es fundamental saber reconocer las corrientes cuando hacemos surf. En los fondos de arena siempre hay zonas donde el agua que traen las olas vuelve a salir a mar abierto. Como norma general estas corrientes están en las zonas donde no rompen las olas entre dos zonas que si rompen olas.
Los locales
En muchos lugares, sobre todo si las olas son muy buenas, habrá gente del lugar que actuarán como si eso les perteneciese por orden divino. No digo que no tengan derecho a defender su patrimonio pero hay veces que se pasan de xenófobos. Para evitar problemas nunca te enfrentes directamente, aunque tengas preferencia, tienes todas las de perder.
Aquí abajo tenemos un par de vídeos ejemplo de la fuerza que puede llegar a tener el mar y del tipo de local que nunca deberías llegar a ser:
Foto: Adones Castro