3 maneras de evitar la frustración en el surf
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30/06/2015En los años 70 si tu deporte era el surf sólo había un lugar a donde ir: North Shore en Oahu, Hawaii. Las tablas cortas empezaban a ser lo habitual, por aquí y por allí se paseaban tipos con un rayo pintado en la tabla debajo del brazo. Era una época de cambio nuevas tablas, nuevas maniobras y nueva gente. Surfers de todo el mundo ahorraban todo el verano para poder pasar unos meses en el fértil y ondulado invierno Hawaiano.
Hordas de californianos, australianos y algunos sudafricanos llegaban a Hawaii invierno tras invierno para poder disfrutar del mejor surf del mundo. Trajeron un estilo nuevo, hasta entonces lo hawaianos esperaban a una buena ola, la cogían y dibujaban una buena línea, pero los extrajeros no eran así. Aquellos australianos cogían cualquier ola que llegaba, y nada de trazar una línea impecable, era más una ‘S’ constante haciendo giros hasta alcanzar casi la verticalidad. Un Sudáfricano era capaz de entubarse como nadie lo hacía en el tubo de Pipeline, todo un aire nuevo e innovador para aquel surf que empezaba a despegar.
Para el año 1975 aquellos foráneos ganaban en todas las competiciones que se celebraban en el North Shore y en todo Oahu. Eras estrellas, las revistas les buscaban para sus portadas, eran la cara de anuncios, salían en todos los vídeos de surf e incluso los entrevistaban en la tele. Y alguno de ellos empapados es toda esta arrogancia escribieron algunos artículos en las revistas de surf más importantes los cuales no sentaron muy bien a la comunidad Hawaiana.
Les pusieron precio a sus cabezas. Varios de estos surfers recibieron alguna paliza, como Rabitt por ejemplo. Temieron por sus vidas. Se acabó el Aloha para ellos.
Para los Hawaianos fue una falta de respeto: llegar, fardar y restregarlo por la cara; así que algunos decidieron tomarse la justicia por su mano. Llegado este punto todos se dieron cuenta que esto estaba sobrepasando los límites de lo racional, no podía ser bueno. Eddie Aikau, ese gran hombre y surfer, pudo reunir a las dos partes: hawaianos y extranjeros, los primeros pidieron explicaciones, los segundo pidieron disculpas y todos pudieron volver a surfear juntos.
Nunca lo olvides, antes que nada: ALOHA